Nos enteramos que te fuiste a Capital, te deseamos suerte.
El pasado nos construye, y nos destruye si no elaboramos los caminos recorridos.
Muchos senderos parecían difíciles de caminar, no se si para bien o mal pero nos animamos, o no tuvimos huevos para hacer otras maratones ( pasaron tantos años).
Las picanas moralista, los peajes por existir, el derecho del otro a nuestros cuerpos y la caridad de quienes nos detestaban también nos parecían normales.
Fueron muchos los que emigraron, a muchos les fue bien, otros volvían con la culpa resuelta, su elección no fue aceptada por su enemigo interno y mutiló y aunque suene duro, mató, nunca vimos tanta soledad y abandono en un solo cuerpo , solo comparable a los campos de concentración de ancianos en los que depositan a nuestros mayores .
El tiempo pasó, hay nuevas leyes, pero el tener un hijo puto no está resuelto.
Y lo que es peor ser hijo puto en San Pedro tampoco, este doble vínculo es una asignatura pendiente.
Todo lo anterior escrito está impregnado de elementos de una época donde el agradecimiento a la gente común de nuestra ciudad es infinito.
Quizás no nos dejamos querer por la gente que nos daba amor, quizás gracias a esa gente estamos.
No es pesimismo, ponemos en palabras las heridas que seguramente permitimos para castigarnos por no ser como los demás.
Aprendimos que en pequeñas palabras se puede resumir de manera práctica este fenómeno, pero nos cuesta mucho ser pragmáticos.
SI TE VAS A BUSCAR UN NUEVO HORIZONTE TE FELICITAMOS.
SI TE VAS PORQUE NO TE VANCAS SER PUTO HACE TERAPIA ANTES.
SI LA TERAPIA NO DA RESULTADO Y ELEGIS PARTIR ACORDATE QUE EN CAPITAL SOS CARNE DE CAÑON y no te vas a encontrar con la chusma que vive criticándote, pero en el fondo te quiere y si le pedís algo va a estar, No te van a gritar nada pero los gritos de soledad son jodidos.
En capital no cae nieve pero hay muchos lugares nevados, y en la blanca nieve te podes enamorar de una viuda negra.
Spgay
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